Nos hemos levantado esta mañana con miedo a que nos lloviera puesto que teníamos planeado hacer un viaje en barco por los acantilados de Bonifaccio.
El tiempo nos ha acompañado, y hemos podido disfrutar de un maravilloso paseo en barco; nos hemos adentrado en la gruta de San Antonio, cuyo fondo marino divisábamos a través de las aguas cristalinas y turquesas, y dirigiendo nuestra mirada al cielo observamos atónitos su abertura superior con forma similar a la geográfica de Córcega.
Después hemos continuado nuestro viaje por la costa divisando un gran corte diagonal en la pared del acantilado denominada la escalera de Aragón, cuya leyenda cuenta que fue construida en tan solo una noche para tomar la ciudad. Escasos metros después pasamos por una gran roca aislada que los habitantes de Bonifaccio denominan el grano de arena. Visita costera con la que daba comienzo la luna de miel de nuestros recién casados improvisadamente la noche anterior, Andrea y Joserra.
A la llegada a puerto recorrimos las hermosas calles del puerto y de la ciudadela rodeada de una muralla de 4km de longitud. Aprovechando el momento para comprar los últimos recuerdos y regalos.
Apenados de que esta gran aventura este llegando a su fin tomamos rumbo a Ajaccio, haciendo un alto en el camino para comer en un mirador con vistas a la ciudad de Propiano.
A la espera de embarcar en el ferry que nos llevaría de vuelta a Marsella, nos sorprendió la lluvia refugiándonos en una cafetería del puerto, esperando a las 19:00 para partir con una improvisada discoteca en el parking. Una vez acomodados y sin dejar que el oleaje que produce nuestro mareo generalizado, nos impida compartir la cena y la entrega de premios a votación de los componentes de la expedición de los premios miss y míster simpatía, ligon/a, chic, vago…, nos acostamos dejando escritas con mucha valentía estas líneas.
Eneritz, Naiara, Leire T.
El tiempo nos ha acompañado, y hemos podido disfrutar de un maravilloso paseo en barco; nos hemos adentrado en la gruta de San Antonio, cuyo fondo marino divisábamos a través de las aguas cristalinas y turquesas, y dirigiendo nuestra mirada al cielo observamos atónitos su abertura superior con forma similar a la geográfica de Córcega.
Después hemos continuado nuestro viaje por la costa divisando un gran corte diagonal en la pared del acantilado denominada la escalera de Aragón, cuya leyenda cuenta que fue construida en tan solo una noche para tomar la ciudad. Escasos metros después pasamos por una gran roca aislada que los habitantes de Bonifaccio denominan el grano de arena. Visita costera con la que daba comienzo la luna de miel de nuestros recién casados improvisadamente la noche anterior, Andrea y Joserra.
A la llegada a puerto recorrimos las hermosas calles del puerto y de la ciudadela rodeada de una muralla de 4km de longitud. Aprovechando el momento para comprar los últimos recuerdos y regalos.
Apenados de que esta gran aventura este llegando a su fin tomamos rumbo a Ajaccio, haciendo un alto en el camino para comer en un mirador con vistas a la ciudad de Propiano.
A la espera de embarcar en el ferry que nos llevaría de vuelta a Marsella, nos sorprendió la lluvia refugiándonos en una cafetería del puerto, esperando a las 19:00 para partir con una improvisada discoteca en el parking. Una vez acomodados y sin dejar que el oleaje que produce nuestro mareo generalizado, nos impida compartir la cena y la entrega de premios a votación de los componentes de la expedición de los premios miss y míster simpatía, ligon/a, chic, vago…, nos acostamos dejando escritas con mucha valentía estas líneas.
Eneritz, Naiara, Leire T.
