miércoles, 21 de enero de 2009

Carta Mathilde

Aprovecho que me hayan dado de baja por una mala bronquitis para, por fin, ponerme ante la pantalla y dedos al teclado, mandarte algunas noticias.
Aquí, en cuanto os fuisteis, parece que el cielo se entreabriera en torrentes de agua que no parecían acabar nunca a no ser por nieve que también hemos tenido en cantidad. Ya vi en el telediario francés que vosotros también tuvisteis « espantosas » intemperies.
Hoy también está lloviendo y como un tal Antonio Machado, la «monotonía de la lluvia en los cristales » me inclina al pensamiento y la melancolía.
A menudo, recuerdo vuestra estancia y aquellos buenos momentos tiñen de optimismo y alegría las menudeces y contrariedades de lo cotidiano.
Lo más importante es desearnos a todos y sobre todo a los « chiquillos », a los txalanas como ellos se dicen en el blog, un nuevo año portador de éxito, amor y amistad, proyectos y sueños que tanto iluminan la realidad.
Yo sé que cualquier día, tarde o temprano, nos volveremos a ver.« Amigos y nadie más; el resto, la selva » J.Guillén.
La canción de Alberto Cortez es seguramente una de las más bellas sobre la amistad:

A mis amigos les adeudo la ternura
Y las palabras de aliento y el abrazo;
El compartir con todos ellos la factura
Que nos presenta la vida, paso a paso.

A mis amigos les adeudo la paciencia
De tolerarme las espinas más agudas;
Los arrebatos de humor, la negligencia,
Las vanidades, los temores y las dudas.

Un barco frágil de papel,
Parece a veces la amistad
Pero jamás puede con él
La más violenta tempestad
Porque ese barco de papel,
Tiene aferrado a su timón
Por capitán y timonel:
Un corazón.

A mis amigos les adeudo algún enfado
Que perturbara sin querer nuestra armonía;
Sabemos todos que no puede ser pecado
El discutir, alguna vez, por tonterías.

A mis amigos legaré cuando me muera
Mi devoción en un acorde de guitarra
Y entre los versos olvidados de un poema,
Mi pobre alma incorregible de cigarra.

Un barco frágil de papel,
Parece a veces la amistad
Pero jamás puede con él
La más violenta tempestad
Porque ese barco de papel,
Tiene aferrado a su timón
Por capitán y timonel:
Un corazón.

Amigo mío si esta copla como el viento,
Adonde quieras escucharla te reclama,
Serás plural, porque lo exige el sentimiento
Cuando se lleva a los amigos en el alma.

Con qué ya sabes, aquí estamos.Os mando besos a todos y un fuerte abrazo.Mathilde

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Mathilde por la carta, como dices, nada mas llegar aqui, se abrieron la puertas del cielo desgarrando el horizonte, bañandonos con oleadas de lagrimas, que no consiguieron empañar el recuerdo de lo alli vivido, sino que magnificó la nostalgia evocando la belleza de los paisajes y la calidez humana con la que alli fuimos agasajados.
Pero contamos con el remedio a toda esa melancolia, que no es otro que la union que hicimos entre todos los txalanas, que entre todos disipamos cualquier atisbo de añoranza evocando recuerdos, ya sea entre nosostros, como tambien lo hacemos con la gente que tenemos a nuestro alrededor, haciendoles participes de nuestras aventuras en vuestras tierras.

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